El 11 de marzo de 2011, un enorme tsunami provocado por un terremoto de magnitud 9,0 en Japón, causó una de las mayores catástrofes de nuestra historia.
El
resultado final fue de 492.000 personas evacuadas, 11.600 fallecidos y 16.450
desparecidos. Y 5 años después, cientos de residentes en las ciudades más
afectadas aseguran haber sido testigos de avistamientos fantasmales de todos
aquellos que murieron por esta tragedia, especialmente en las zonas más
afectadas.
Algunos
especialistas mencionan que es debido al estrés postraumático que los
habitantes de estos lugares aseguran ser testigos de este fenómeno, pero los
parapsicólogos no están de acuerdo con esta versión científica ya que la
mayoría de los avistamientos aseguran ser de fantasmas jóvenes, que podrían
estar disgustados con su muerte.
La
Universidad Tohuko Gakuin se ganó la atención de todos los medios, ya que una
socióloga de la mencionada escuela, presentó resultados de una investigación
que realizó con taxistas y pobladores.
Entre el
año 2014 y 2015 se hicieron más de 200 entrevistas en la ciudad de Ishinomashi,
la cual fue devastada por el tsunami, en donde distintos habitantes aseguraban
haber experimentado sucesos inexplicables y otros más haber tenido contacto con
fantasmas.
Relatos. -
·
Taxistas
que aseguran haber transportado fantasmas, relatan como un conductor recogió a
una joven que solicitó ser transportada a una zona que en ese momento se
encontraba totalmente abandonada, y cuando el taxista le mencionó esto, ¿ella
le preguntó “He muerto?” para después desvanecerse en el asiento trasero.
·
Mujeres
de la localidad, mencionan ver gente/espíritus corriendo hacia las colinas,
como si se tratara de una repetición de cuando las victimas intentaban salvarse
del tsunami.
·
Familias
aseguran arrastrar consigo espíritus de las víctimas, que aun cuando ya están
instalados en un nuevo hogar, argumentan que hay un frio inexplicable que se
queda con ellos a donde vayan, pasos durante la noche y voces haciendo oración
durante la madrugada.
·
Personas
mayores de 50 años que aseguran ver a las víctimas pidiendo ayuda, en el estado
en el que se encontraban al momento de su muerte, algunas incluso, mutiladas.
Haciendo esto más escalofriante.
La cultura
espiritual de Japón ha ayudado a todas estas personas que son víctimas de los
fenómenos paranormales, para aliviar a las almas perdidas y ayudar en su paso
al otro mundo.
"Lo
que importa no es si uno cree o no en fantasmas, sino reconfortar a estas
personas y escuchar lo que tienen para contar", menciona Yuka
Kudo, socióloga responsable de esta investigación.
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